Este versículo del EVANGELIO DE SAN LUCAS, me sirve de título para este poema, en el que hago referencia a las múltiples advocaciones que tiene la VIRGEN, pero que siempre es la misma y su nombre es MARÍA.
LA VIRGEN SE LLAMABA MARÍA
(Lucas 1,26)
En los momentos mejores
no ves en el Evangelio
que aparezca con honores
como Madre del Maestro,
pero acepta los dolores
al ver a su Hijo muriendo
y al marcharse los apóstoles
comparte su sufrimiento;
Jesús “Madre de los hombres”
la nombró desde el madero;
colmada de bendiciones
llegó a ser Reina del Cielo.
Con muchas advocaciones
la conoce el mundo entero
y está en nuestras oraciones
desde que somos pequeños,
pero tiene un solo nombre,
el que todos conocemos,
por el que siempre responde:
María, refugio nuestro.
José
García Velázquez
Huelva,
7 de octubre de 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario