Hace algunas décadas, eran numerosas las personas que tenían que emigrar por la penuria económica, en busca de oportunidades para mejorar sus vidas y las de sus familias. Es lo que recuerdan monumentos como el de las fotos en SADA (A CORUÑA). La rosa de los vientos está en BURGOS.
FUIMOS EMIGRANTES
Todos tenemos familia,
quizás algún conocido,
gentes jóvenes que emigran
para llenar el bolsillo;
eran tiempos en que había
solo en las mesas cocido,
el plato de cada día,
exceptuando el domingo.
Así, las arcas vacías,
los estómagos vacíos,
a muchos hombres obligan
a buscar mejor destino,
en Alemania, en Suiza
o en países muy distintos,
para buscar mejor vida,
recursos para los hijos.
¡Qué pronto se nos olvida
en cuanto que cambia el sino
y, con suerte en la partida,
nos vimos favorecidos!
José
García Velázquez
Segovia,
29 de julio de 2022
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