TRES
PARES DE ZAPATOS
(Dedicado al cuadro de van Gogh)
Sin brillo, gastados por el uso
más allá de lo recomendable,
raídos por efecto del abuso
que con ellos hizo el caminante;
a duras penas, siguen sus cordones
cumpliendo la misión humilde
de aproximar entre sí los bordes
del cuero, que seco se resiste.
Suelas gastadas, gastada la mente
en la lucha por unos ideales
queriendo remar contra corriente
de la rutina de los demás mortales.
¿A qué esperáis, aquí en vuestro reposo?
¿Acaso a que el betún dé nueva vida
a un objeto que pudo ser hermoso
y ahora vemos amenazando ruina?.
Tal vez el dueño que llegó a pintaros
os concediera la oportunidad
de un fugaz esplendor recuperado…
¡para seguir caminando una vez más!.
José García
Velázquez
Segovia, 23 de
mayo de 2012
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