Dedico este poema a José Miguel Chéliz, Alcalde de L' Ainsa y a su esposa con quienes estuvimos el pasado sábado, día 5 en su precioso pueblo.
NABATAS EN AINSA
Navatero, navatero,
echando la vista atrás,
aparece en el recuerdo
lo que empezó con tu astral;
cortar los troncos primero
para poderlos bajar
a través del barranqueo
y en la placha trabajar:
con destreza el atableo
y después a barrenar,
hasta poder con esmero
los trampos al fin montar;
en tu nabata certero
empiezas a navegar,
llevando firme el codero
por aguas como el cristal,
esas aguas que al deshielo
van crecidas de verdad
y al formarse los mayencos
la nabata hacen saltar…
Y cuando llegas al puerto,
a tu destino final,
te das cuenta del esfuerzo
que hubiste de realizar.
José García Velázquez
Segovia, 8 de mayo de 2.012
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