El escultor ha tenido el detalle de poner al Niño incorporado, para llega al cabello de su madre y agarrarlo, como hacen todos los niños. Desde el principio me pareció simpática la escena.
COMO CUALQUIER NIÑO
Mientras está con su Madre,
como cualquier otro niño,
no deja de molestarle
y no puede estar tranquilo;
hace por incorporarse
en el regazo subido
y pretende acariciarle
los cabellos, atrevido.
Se ve que el artista sabe
que a pesar de ser divino,
Jesús es al comportarse
revoltoso y algo pillo...
José García
Velázquez
Ortigosa
del Monte (Segovia)
3 de julio
de 2.020
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