Gracias a los manantiales, Jericó es un espléndido oasis en medio del desierto. Las fotos son de PURI BLANCO.
JERICÓ, OASIS EN EL DESIERTO
Oasis en el desierto,
la ciudad de Jericó
da bienvenida al viajero
y refugio del calor.
Sus años cuenta por cientos
y la civilización
trajo diferentes vientos
de riqueza o destrucción.
Te sorprende por sus templos:
convive la religión
de hasta tres cultos diversos
y los tres rezan a Dios.
Cruce de culturas cierto,
muchas veces padeció
los duros enfrentamientos,
pero la paz regresó.
José
García Velázquez
Jericho
8 de noviembre de 2018
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