La foto es de PURI BLANCO.
cementerio
de salamanca
Tarde de Todos los Santos:
no hay nadie en el cementerio
porque están amenazando
negras nubes en el cielo.
Ráfagas de lluvia riegan
ramos de flores y centros
y las flores se estropean
deshojadas por el viento;
lejos, la ciudad dormita
la siesta en tibio silencio
y se tiñe de ceniza
la piedra en los monumentos.
En mis oídos resuena
el eco de aquellos versos
que escribiera un alma inquieta:
"¡qué solos están los muertos"!
José García
Velázquez
Salamanca, 1
de noviembre de 2.012
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