Está claro que tener un plan para cada día es ya una forma de haber empezado a ponerlo en práctica. Pero nada nos asegura de que todo salga según lo planeado y ahí resuena la célebre máxima de San Pablo: OMNIA IN BONUM!
HAY QUE TENER CINTURA
Parece que no haya duda
en que hay que planificar
cada día: eso ayuda
para hacernos avanzar;
pero hay que tener cintura
si se tuerce nuestro plan,
porque nada te asegura
que algo no te salga mal.
Para el creyente es segura,
si es de Dios la voluntad,
la cuestión inoportuna
que se puede presentar
y que obliga a la criatura
los planes modificar.
Puede ser la vida dura,
pero glorioso el final.
José
García Velázquez
Puerto de
Santa María (Cádiz)
6 de agosto
de 2025
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