infancia
espiritual
Madre:
quiero ser como tu niño
que confiado reposa
en tu regazo dormido;
y volver a la inocencia
primera de los infantes,
antes que el odio y el mal
de los otros los dañase.
¡Qué serena placidez
refleja su dulce cara!.
¡Quién pudiera descansar
sobre tus hombros su alma!
José García
Velázquez
Segovia, 20 de
junio de 2.012
¡Qué bonito el cuadro! No lo conocía. Y muy bonito el poema!!
ResponderEliminar