martes, 29 de noviembre de 2011

Siempre podemos acompañar y consolar


Hace casi 9 años, escribí este poema como despedida de una Auxiliar de Enfermería, muy querida en el Hospital. Gracias a Dios, se encuentra perfectamente y nos encontramos algunas veces paseando por Segovia...
La foto es de PURI BLANCO.



¡ SIEMPRE PODEMOS!...

Podemos curar algunas veces
fracturas y heridas;
también el daño
de microbios
que invaden el cuerpo.
Una y otra vez,
el enemigo ataca
y al final perdemos
la batalla:
más pronto
o más tarde,
pero es
ley de vida.

A veces podemos
aliviar tan sólo;
conseguir
que ceda el dolor,
la fiebre.
Ayudar
- que no es poco-
a conciliar
el sueño.
¡Cómo se agradece
un descanso
cuando se rompe
el cuerpo!

Pero siempre podemos
dar consuelo:
una mirada,
una sonrisa,
el tono cálido
de una voz amiga
que da paz,
que quita el miedo
al que sufre
y le da valor
para seguir viviendo.

Fuera del Hospital,
el sufrimiento
a menudo se oculta
en el silencio
de los hogares.
_ A veces
somos tan pobres
que ni siquiera
nos queda
valor
para pedir ayuda-
Y allí podemos
acercar el bálsamo
de nuestro aliento...
¡Y eso siempre podemos!

Para Carmen, en el inicio de una nueva etapa de su vida

José García Velázquez

Segovia, 16 de Diciembre de 2.002

No hay comentarios:

Publicar un comentario