En estos lugares de difícil acceso y naturaleza desbordante, comenzó la recristianización y la reconquista de España.
El alma se expande al acercarse hasta aquí y ser consciente de lo que estos lugares representan...
Las fotos son de PURI BLANCO y el dibujo de MODESTO HERRERA.
Regreso
a los principios,
a los inicios
del nuevo resurgir
de la fe
en nuestra tierra;
estos montes,
estas escarpadas cimas,
estas pendientes laderas,
estos desfiladeros,
fueron la fortaleza inexpugnable,
los guardianes protectores
de los pocos esforzados
que llegaron hasta aquí,
huyendo del oprobio,
de la prisión
o de la muerte,
de la persecución religiosa
o de la obligada apostasía…
Ellos supieron
permanecer fieles
a Dios
y a su Iglesia,
cuando humanamente
parecía todo perdido.
Guardaron el tesoro,
el Lignum Crucis,
en un sencillo templo;
pero guardaron su mayor tesoro,
la Buena Nueva
y los Sacramentos,
en su corazón,
para desde allí
transmitirlos
de nuevo a la península,
tras sacudirse
el dominio extranjero.
Estos montes,
estas escarpadas cimas,
las pendientes laderas,
los desfiladeros,
se atraviesan hoy
por los caminos
que conducen a miles de fieles,
peregrinos o curiosos,
a contemplar el arte
del templo o del Beato,
o a besar la reliquia
de la Cruz…
Unos conscientes
y otros sin saberlo,
regresan
a los principios,
a los inicios
del nuevo resurgir
de la fe
en nuestra tierra.
José García Velázquez
Playa de Luaña (Cóbreces- Cantabria)
24 de agosto de 2.011
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