El día 8 de septiembre, celebramos el nacimiento de la Virgen María.
Este poema va dedicado a ese acontecimiento, de quien es la TEOTOKOS, Madre de Dios, como se declaró ya en el Concilio de Éfeso(año 431) o sea, hace un puñado de siglos.
La fotografía es de un cuadro que Murillo realiza en 1660 para la Capilla de la Concepción Grande de la Catedral de Sevilla y que actualmente se expone en el Museo del Louvre tras su expolio por el mariscal Soult
NATIVIDAD DE MARÍA
Mira y contempla la escena,
con respeto y en silencio,
que para nada se pierda
la magia de este momento.
Del modo más natural,
sin luces y sin estruendo,
vas a poder admirar
de María el nacimiento:
igual que cualquier criatura
que al mundo viene al nacer,
teniendo el alma más pura
que nunca se pudo ver;
y aunque no lo sepas tú
ni los que están a su lado,
es toda paz, toda luz,
porque nace sin pecado.
¡Bendita normalidad
y bendita discreción!
de quien nos trae la Verdad
y será Madre de Dios.
José García Velázquez.
Segovia, 30 de agosto de 2008
Mira y contempla la escena,
con respeto y en silencio,
que para nada se pierda
la magia de este momento.
Del modo más natural,
sin luces y sin estruendo,
vas a poder admirar
de María el nacimiento:
igual que cualquier criatura
que al mundo viene al nacer,
teniendo el alma más pura
que nunca se pudo ver;
y aunque no lo sepas tú
ni los que están a su lado,
es toda paz, toda luz,
porque nace sin pecado.
¡Bendita normalidad
y bendita discreción!
de quien nos trae la Verdad
y será Madre de Dios.
José García Velázquez.
Segovia, 30 de agosto de 2008
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