El sábado pasado, el viaje por carretera desde Piedrahita(Ávila) hasta Salamanca, por Alba de Tormes, me inspiró este poema...
DISFRUTA DEL CAMPO CHARRO
Equilibrio y sobriedad
de la dehesa salmantina:
llanuras e inmensidad,
campos de toros y encinas…
Se relaja la mirada
buscando en la lejanía
el final de la distancia,
pero nunca se adivina.
Las encinas centenarias
nos hablan de pervivencia
¡las nobles encinas charras,
de nuestras vidas esencia!
Bajo su sombra reposan
refugiándose del sol
las reses que nos asombran
por su nobleza y valor;
en la dehesa pastan mansos,
con su figura imponente,
los toros negros y cárdenos,
toros bravos y valientes.
Deja a tu mente volar
a donde la vista alcanza
y disfruta de la paz
del campo de Salamanca.
José García Velázquez
Salamanca, 13 de agosto de 2011
Buscando y buscando he encontrado realmente lo que se admira y se piensa cuando visitas el campo charro...que yo personalmente disfruto de él muchisímo y voy en busca de lo que en tu poesía expresas.Gracias por tu buen escribir.
ResponderEliminarGracias, Marina. Aunque soy de Salamanca, solo puedo disfruta dfe tarde en tarde del campo charro; tal vez se valoran a veces mejor las cosas cuando no las tienes siempre a mano...
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