Reconciliación

La paz a la que todos aspiramos, empieza con la reconciliación con nosotros mismos y con Dios, y está al alcance de cualquiera.

RECONCILIACIÓN

Tiene el hombre partido el corazón
y se encuentra por eso dividido:
mientras gime buscando su perdón,
ofende a Dios, aunque Él le ha redimido.

Siempre es Jesús quien busca la ocasión
de perdonar al hombre arrepentido,
y le brinda la reconciliación
en la Cruz con los brazos extendidos.

Fundó la Iglesia, signo y sacramento
donde pervive siempre su presencia,
y nos dejó su Cuerpo de alimento;

como es Amor y es el amor su esencia,
es ese amor también el fundamento
de la espera del Padre y su paciencia.

José García Velázquez.

Segovia, 27 de abril de 2009