jueves, 17 de febrero de 2011

Juan Pablo II: Trilogía (3)



Y este tercer poema lo escribí después de ver las reacciones que se produjeron en todo el mundo, según se fue conociendo la noticia de la muerte del "Papa Santo"

III) ORACIÓN , LÁGRIMAS Y FIESTA

De un extremo al otro del orbe
se oye un clamor unánime:
todos recuerdan al hombre que fuiste
y sabemos que estás con Dios en el Cielo.
Unos lloran, otros entonan canciones,
el brillo de los ojos delata emoción:
los diversos gestos son oraciones
que suben al cielo en acción de gracias.
Nadie permanece indiferente:
se han cerrado restaurantes ,
discotecas, bares de copas, espectáculos.

En esta noche que nadie duerme
la “movida” está en la calle,
en las iglesias o en las casas;
por una vez mayores y jóvenes
se unen para celebrar la misma fiesta:
hay un nuevo santo en la gloria
y es el amigo a todos cercano.
Familias enteras están conmovidas:
toman las ciudades en son de paz
gritando los lemas que te dedicaron
¡ aquí está la juventud del Papa!

Las almas de todos los fieles,
de todos los hombres de buena voluntad,
vuelan a la habitación donde descansa
tu cuerpo triturado como grano
de trigo por la piedra del molino.
Más que nunca, nos das luz,
más que nunca, tu ejemplo nos guía.
Muchos hacen un gran descubrimiento:
les has mostrado el sentido del dolor,
les has hecho vivir y saber
el sentido del sufrimiento
y de tu mano han llegado a ver
el valor de una vida que termina.

José García Velázquez

Segovia, 3 de abril de 2005, 9 horas.

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