viernes, 11 de febrero de 2011

Berlanga: ermita de San Baudelio




Hay rincones de nuestro país, que bien merecen una escapada. En Berlanga hay lugares únicos, historia, arte...¡y un restaurante inolvidable, que uno no se espera encontrar en un pequeño pueblo castellano!.

No hay nada igual a la ermita de San Andrés de Baudelio...

REFLEXIONES EN LA ERMITA DE SAN ANDRÉS DE BAUDELIO
(DRAMA EN TRES ACTOS)

I) LOS COMIENZOS

Para el resto del mundo
estabais solos,
perdidos en los alcores
y los valles,
lejos de cualquier población
entonces conocida.
Para ellos,
vuestro mundo se reducía
al silencio
del campo que os rodeaba,
de la cueva
que os dio cobijo
y el pequeño manantial
de agua fresca
del que bebíais…
¡Insensatos!
No sabían
que, aunque aparentemente
estabais solos,
teníais a Dios
a vuestro lado
y El lo es todo:
estando con Dios,
estabais con el Creador
y las criaturas.
En la pequeña ermita
construida
sobre la cueva,
se recogían las escenas
que compendian
la vida del hombre
y la historia
de la salvación,
bajo el acogedor abrigo
de una palmera,
que sirve de sujeción
al edificio.


II) EL EXPOLIO

Con el devenir
histórico y político,
vuestra pequeña ermita
quedó desierta,
abandonada
y expuesta a la inclemencia
de los elementos
y al deterioro implacable
del tiempo
que nada perdona.
Pero el daño mayor
llegó de la mano del hombre,
de su codicia,
de su soberbia,
viendo una fácil presa
en las pinturas murales
que, sin duda,
serían motivo de contemplación
para espíritus cultos,
pero apegados solo
a la materialidad
de vuestras representaciones.
¡Necios!
Llevaron las pinturas
a museos,
lejos del lugar
donde nacieron,
queriendo admirar
por separado
lo que estaba destinado
a formar un todo unido.
Con su expolio,
robaron el patrimonio
religioso
de un pueblo,
aprovechando su ignorancia.
Y, lo que es peor,
dispersaron cada elemento,
pretendiendo,
en su necedad,
admirar el arte por el arte,
sin ser capaces
de encontrar sentido
a vuestra vida
y a vuestra obra.
Además,
deslumbrados por la belleza
de las criaturas,
no supieron llegar
hasta el Creador.

III) PRESENTE Y FUTURO

Hoy la ermita
vuelve a recibir cuidados
y, restaurada,
nos permite acercarnos
a lo que contemplabais
en sus años de esplendor.
Y ahora tu,
estudioso o turista,
que vienes a estas tierras
atraído por su historia,
por la fama mundial
de sus recuerdos,
no mires
con ojos superficiales
la belleza que contemplas:
se consciente
de que las piedras,
la palmera
y las pinturas
que te embelesan,
son claro testimonio
de la trascendencia
que dio sentido
a la vida de unos hombres
que lo dejaron todo
para ganarlo Todo,
dejando su legado
en esta pequeña ermita
de un paraje solitario
que te sobrecoge.


José García Velázquez

Segovia 27 de agosto de 2005

(Al día siguiente de visitar Berlanga y la ermita de San Baudelio)

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