domingo, 9 de enero de 2011

Otro Cristo, el mismo Cristo...


¡Hay que ver el ejemplo que nos dan los fans, en relación con sus "ídolos"!...
¡Ya podíamos tomar nota para conocer y difundir la figura de Cristo quienes nos decimos cristianos...! Para empezar, me lo aplico a mí mismo.

OTRO CRISTO, EL MISMO CRISTO…
Así se comportan en el mundo
quienes admiran a una persona como su ídolo:
conocen tan a fondo a su admirado
que hasta quisieran suplantar si identidad;
saben su lugar de nacimiento,
el colegio donde estudió,
quienes son sus familiares,
coleccionan fotos de su entorno
y aprenden todo sobre ella o él:
cuales fueron sus primeros pasos,
la talla de la ropa que viste,
cuales son sus gustos y sus manías
y podían participar en un concurso,
contestando todo tipo de preguntas,
sin temor a dar respuesta equivocada
ni a quedarse en ningún momento en blanco…
Y tú, que te llamas cristiano,
¿conoces todo sobre la persona
que ha de influir definitivamente en tu vida
y en la de tantos otros en el mundo,
hasta trascender el momento de la muerte?.
Puedes bucear en sus antecedentes,
recogidos a lo largo de los siglos
en las páginas del Libro Santo;
puedes conocer detalles íntimos
sobre quienes fueron sus padres,
indagar sobre el sitio donde vino al mundo,
conocer detalles de su infancia.
Puedes aprender sobre su vida,
como actuó, como pensaba,
de que personas se rodeó,
quienes fueron sus amigos,
en que momento concreto de la historia
y en que lugares concretos de la tierra
vivió como uno de nosotros.
Se ocupó de transmitir sus pensamientos,
nos dio ejemplo, yendo siempre por delante;
advirtió que quienes fueran sus discípulos
no serían nunca más que el Maestro
y serían por los siglos perseguidos
por aquellos que viven para el mundo;
sabes como le hicieron preso,
le condenaron en el juicio más injusto
que jamás se celebró sobre la tierra,
torturándole en el cuerpo y en el alma,
sin alcanzar nunca a subyugarle.
Y sabes los detalles de su muerte,
cuales fueron sus últimas palabras
y la conmoción del universo al expirar.
Tienes además los testimonios
de quienes asistieron a su triunfo
al retornar vivo del sepulcro
y pudieron glorioso contemplarle…
Si conoces a fondo a esta Persona,
si llegas así a identificarte
con el que llamas tu Amigo y tu Señor,
si llevas a cabo su mandato
de amar a Dios y al prójimo,
podrás entonces propiamente
proclamar ante los demás
que eres cristiano…

José García Velázquez
Salamanca 31 de diciembre de 2.010

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