En el nido de la terraza, la vida sigue. Es un trabajo en equipo, en el que participan ambos progenitores: les deseamos que todo salga bien y pronto tengamos polluelos para sacar en la foto e inspiración para dedicarles un nuevo poema, que compartiré con todos.
Como la otra vez, la foto es de PURI.
SORPRESA EN MI TERRAZA (2)
Las escenas de ternura
se suceden cada día:
son práctica asignatura
de naturaleza viva.
Puedes ver que por las tardes,
cuando más aprieta el sol,
está en el nido la madre
dando a los huevos calor;
otras veces se interrumpe
en la terraza el silencio
cuando hasta su nido acude
el padre de los pequeños:
regurgita el alimento
en el buche de la hembra,
que recibe con contento
la atención de su pareja.
Cada lección de cariño,
cada lección de armonía,
es un argumento vivo
que estremece de alegría.
José García Velázquez
Segovia, 28 de julio de 2010
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