miércoles, 7 de julio de 2010

Andrés Laguna:Un galeno segoviano y universal




Hasta comienzos del siglo XX, el Dioscórides de Andrés Laguna era un libro habitual en las farmacias de nuestro país. Andrés Laguna lo tradujo al castellano y volcó en él su experiencia, su sabiduría y buen humor. Los dibujos de MODESTO HERRERA acompañan al poema conn el que recordamos a este ilustre Médico, segoviano y universal.
La foto es de PURI BLANCO y corresponde a una obra de Jose Antonio Abella, dedicada a Andrés Laguna

RECORDANDO A ANDRÉS LAGUNA

De vidas de segovianos,
no sé si se sabe alguna
tan universal e intensa
como la de Andrés Laguna.
Hombre –ante todo-
inquieto y viajero,
culto y cercano,
“segobiensis” y europeo,
su mente abierta dio cabida
a otras almas y saberes,
erudito y tolerante
con todos los pareceres.
Adelantado en el tiempo,
experimentó curioso
los remedios y principios
que reconoció valiosos:
el Dioscórides castellano
justa fama le ganó,
pues con sus aportaciones
al maestro mejoró,
y en sus trabajos veréis
aflorar el fino humor
que al igual que Erasmo y Moro
cultivó como escritor.
Orgulloso de Segovia,
recorría los Estados
de la Europa que amaba
y a la que vivió entregado.
Médico de Papas y de Reyes,
querido por sus conciudadanos,
mantuvo libre su albedrío,
sin someterse a tiranos;
su lúcido parecer
le reconoce la Historia,
que con el tiempo enaltece
su discurso de Colonia
Su buen hacer de galeno
y fidelidad al Credo
le ganó en el Vaticano
ser “soldado de San Pedro”.

Siempre ligado a su tierra
y cuidando a su familia,
hijo bueno de buen padre,
lo enterró con hidalguía.
Cumpliendo con su trabajo
estaba en Guadalajara,
cuando le llegó la hora
de dejar esta morada
y hoy podemos ver la tumba
donde yace el hijo fiel,
acompañando a sus padres,
a los pies de San Miguel.

José García Velázquez
Segovia, 10 de diciembre de 2005

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