Al verlo colgado, como un murciélago, pensé que estaría enganchado en la rama... pero no.
EL GORRIÓN EQUILIBRISTA
Que no te engañe la vista,
que no te ciegue la lástima,
al ver a este equilibrista
que se cuelga de la rama;
en principio, pesimista,
pensé que estaba atrapada
la pata en alguna arista
del árbol, que lo apresaba.
Al acercarme, deprisa,
de la rama se soltaba
y el gorrión ilusionista
vuela al cielo con sus alas.
José García
Velázquez
Segovia, 10
de julio de 2025
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