A finales del siglo XIX, el año 1890, estuvo a punto de producirse un tremendo atropello contra el PUENTE ROMANO DE SALAMANCA. El entonces concejal, Don Valentín Cáceres, hizo la propuesta que figura en el poema y que fue admitida en el pleno del Ayuntamiento por unanimidad. Fue providencial que el consistorio no dispusiera de financiación, porque al año siguiente, elegido como concejal DON ENRIQUE ESTEVAN SANTOS, se opuso a semejante desvarío y consiguió presupuesto para construir un nuevo puente, que lleva su nombre, aunque todos en SALAMANCA lo conocemos como PUENTE NUEVO.
Las fotos son de PURI BLANCO y de PAU SÁNCHEZ DE LA CRUZ.
SE SALVÓ EL PUENTE ROMANO DE SALAMANCA
El siglo está terminando
y defiende un concejal
que el viejo Puente Romano
es necesario ampliar,
con vigas en ambos lados
y paseo peatonal,
quedando todo aprobado
¡y por unanimidad!
De tan tremendo atentado
se pudo el puente salvar
por no poder costearlo
erario municipal;
Don Enrique Estevan Santos
es electo en la ciudad
e impide llevar a cabo
error tan monumental,
para conseguir a cambio
otra obra financiar,
que el pueblo, que siempre es sabio,
Puente Nuevo va a llamar.
José García Velázquez
Segovia, 14 de febrero de 2022
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