En la Última Cena, queda patente que JUAN era el discípulo amado...
Las fotos son de PURI BLANCO, la primera del retablo del MONASTERIO DEL PARRAL (SEGOVIA)
Las fotos son de PURI BLANCO, la primera del retablo del MONASTERIO DEL PARRAL (SEGOVIA)
ÚLTIMA CENA: JUAN RECLINA LA CABEZA
(¡Cómo gusta contemplar a Juan, que reclina su cabeza
sobre el pecho de Cristo! Es como rendir amorosamente la inteligencia, aunque
cueste, para encenderla en el fuego del Corazón de Jesús. FORJA, nº 496)
Reclina Juan la cabeza
en el pecho del Señor
y con el gesto demuestra
su entrañable relación;
pero al contemplar la escena
va más allá tú versión:
declina su inteligencia
por la voz del corazón.
Lección hermosa y serena
del joven que se entregó
para transmitir tu herencia,
¡el mandato del AMOR!
José García
Velázquez
Salamanca,
16 de abril de 2019
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