Las hormigas tienen fama, ganada a pulso, de ser grandes trabajadoras...
la hormiga: una historia con miga
Esta historia tiene
miga,
por bonita y ejemplar,
pues se sabe que la
hormiga
no para de trabajar:
apenas se hace de día,
cuando empieza a
calentar,
se levanta decidida
para irse a caminar.
Recolectando comida,
almacena grano y pan,
mientras el sol
ilumina
la tierra de su lugar.
Sólo si el frío
adivina
se queda oculta en su
hogar,
viviendo con sus
amigas,
sin miedo a la
oscuridad...
José García Velázquez
Segovia, 9 de abril de
2.015
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