Tercer poema de los dedicados a este pensamiento de la Madre Teresa de Calcuta.
amar
hasta que duela(3)
Hay que amar hasta que duela,
amar hasta el sacrificio
de dar aquello que tengas
por tu tesoro más íntimo;
no bastan unas monedas
para echar en el cepillo,
ni unos minutos apenas
en esos ratos perdidos:
se trata de que comprendas
que aquellos que están contigo
pueden tener sus miserias
pero por Dios son queridos;
preciso es que te desprendas
de manías y caprichos
si quieres seguir la senda
por dónde camina Cristo.
Así el amor se demuestra:
da lo mejor de ti mismo.
¡Hay que amar hasta que duela
para ser de Dios testigo!.
José
García Velázquez
Segovia,
24 de enero de 2.013
Muy bonito, Pepe, me ha gustado mucho!!
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