Las gárgolas siempre han tenido un atractivo especial y los artistas aprovecharon este elemento de drenaje del agua para dar rienda suelta a su imaginación...
La foto corresponde a la iglesia de los Jerónimos, en Granada y es de PURI BLANCO.
GÁRGOLAS
Monstruosas y deformes,
desde sus atalayas
asustan a los hombres
con sus horribles caras.
Los motivos se esconden
en la imaginación:
que sólo son canalones
nos dicta la razón.
Ya sea en los palacios
o sea en las catedrales,
el agua de los tejados
derraman a raudales.
Pero el miedo es libre
e igual que los fantasmas
estos monstruos persiguen
a aquellos que se engañan.
Como bien sabe el cine
manejar la ilusión,
de sus muecas se sirve
para causar terror.
Disfrutemos del arte
y del fino trabajo
de quienes asustarte
por siglos han logrado.
Y dejemos que ellas
cumplan con su función:
ya sé que no son bellas
¿Es bello un canalón?
José García Velázquez
Segovia, 9 de enero de 2007
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