Para que haya verdadera paz en el mundo, es imprescindible que cada uno de nosotros tengamos paz, con nosotros mismos y con los demás...
NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ
¿Dónde puedes encontrar
tranquilidad y sosiego,
en medio del trepidar,
del bullicio y ajetreo?.
¿Dónde puedes descansar
de la actividad febril
de quien busca sin parar
el dinero y el postín?
¿Dónde crees que te darán
alivio en el desconsuelo,
ánimo en la adversidad
y esperanzas en el duelo?.
Todo te puede fallar,
menos el cariño santo
de la Virgen de la Paz
que siempre te está esperando.
José García Velázquez
Segovia, 13 de julio de 2011
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