Uno de los momentos más desconcertantes de la Pasión de Jesús, es cuando Pilatos le presenta antes sus acusadores, después de azotarle y maltratarle, seguro de su inocencia...
ECCE HOMO
La cabeza coronada
de espinas y moratones,
heridas ensangrentadas
y la piel hecha jirones;
rotos los huesos y el alma:
los primeros por los golpes,
la segunda atormentada
por la maldad de los hombres.
Hay quienes sus ropas rasgan
y acusan de exhibidores
a los que solo proclaman
la verdad de esos horrores…
pero no existen palabras
que transmitan los dolores
por los que Jesús pasaba,
pensando en los pecadores.
Ecce homo…le presentaba
Pilatos y reconoce
que no es culpable de nada…
¡por qué lo condena entonces!
José García Velázquez
Segovia, 13 de abril de 2011
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