jueves, 10 de junio de 2010
Nos ponemos filosóficos
Aprovecho este precioso deibujo de MODESTO HERRERA, inspirado en unas de las estatuas que se pueden ver en el Palacio de la Granja, para subir al blog este poema, en el que reflexiono sobre el eterno tema de la percepción de la vida según la edad que cada uno tengamos.
EL DISCURSO DE LA VIDA
La niñez despreocupada
entre juegos e ilusiones
va preparando el mañana,
forjando los corazones;
de jóvenes, parecemos
fortaleza inexpugnable,
por la que no pasa el tiempo
ni le tiene miedo a nadie;
estando en su plenitud,
el hombre se hace consciente
de que ya la juventud
se la llevó la corriente;
y estando próximo el río
para abocarse a la mar,
vuelve a hacerse como niño
hasta que descanse en paz…
El discurso de la vida
a los hombres nos educa:
somos como flor de un día,
árboles de hoja caduca.
José García Velázquez
Segovia, 3 de marzo de 2010
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