Vamos con una historia, que en este caso tiene final feliz para la protagonista.
LA LIEBRE LIBRE
Libre
para saltar
y correr en los campos
sin parar.
Orejas
atentas al viento
por si la amenaza
le manda sus ecos.
Tiene las patas
fuertes y potentes
para seguir siendo
libre la liebre,
si un galgo o un podenco
cogerla pretende.
Salvo que un disparo
pueda darle muerte,
salta, salta y salta
y nunca se pierde,
que a su madriguera
siempre vuelve.
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