Hoy hemos tenido la comida de despedida de Celia Reig, tras su jubilación. Una celebración siempre entrañable y emotiva, disfrutando de la compañía de amigos y compañeros, algunos de los cuales vinieron expresamente a Segovia con este motivo. Y recuerdo especial también para los que no pudieron estar.
La foto es de uno de los detalles que tuvo el Restaurante Casares para el evento.
La foto es de uno de los detalles que tuvo el Restaurante Casares para el evento.
DESPEDIDA DE CELIA REIG
Viajando a favor del viento,
desde Levante llegó,
después de pasar un tiempo
en Madrid, por formación.
Siempre por los más pequeños
demostró predilección,
tratando con gran acierto
a los que estaban peor;
pero la vida da quiebros
y en un golpe de timón
cambió a los niños pretérmino
por otros de edad mayor,
entrando en el universo
del equilibrio interior:
hormona de crecimiento,
insulina, glucagón...
No tuvo ningún secreto
en esta nueva función
con los medios más modernos
que la ciencia descubrió.
Con un espíritu inquieto
en la acuarela encontró
cómo expresar sus anhelos
de artista revelación;
y consciente de los éxitos
que puede lograr la voz,
en el coro se hizo un hueco
de soprano con valor...
Ahora que llega el momento
feliz de jubilación
y va a tener mucho tiempo,
podrá viajar mogollón.
Con cariño. Pepe
Segovia, 20 de marzo de 2.018
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