Espíritu Santo (2):Brisa que te da la paz

El DÍA DE PENTECOSTÉS, la VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO se manifestó como un fuerte viento y lenguas de fuego sobre LA VIRGEN MARÍA Y LOS APÓSTOLES. Para nosotros suele ser como una brisa, que pasa desapercibida, al recibir los Sacramentos y en otros momentos de la vida ordinaria.

El cuadro de la fotografía está en la EXCOLEGIATA DE COVARRUBIAS.

BRISA QUE TE DA LA PAZ 

 Buscas manifestaciones, 

sucesos excepcionales, 

como signos exteriores 

de Dios entre los mortales; 

vas en pos de lo asombroso, 

buscando la novedad 

y te parece tedioso 

el acontecer normal. 

 Si te paras un instante 

para poder valorar,

 hechos que ocurrieron antes 

te harán recapacitar: 

cuando Jesús se encarnó 

en el seno de María, 

fue tanta su discreción 

como grande su alegría 

y nadie de entonces tuvo 

conocimiento del acto 

más importante del mundo: 

Dios que venía a salvarnos. 

Y a ti te pasó lo mismo, 

bendita normalidad, 

en el día del Bautismo 

sin nada espectacular. 

 No suelen sonar trompetas 

ni se oye ningún clamor, 

porque un alma se convierta 

tocada por el Amor. 

 Los hechos más portentosos 

suceden en lo interior 

y suelen ser silenciosos 

y discretos por pudor: 

las mayores decisiones 

que te llevan a ser fiel, 

pasan en los corazones 

que palpitan por su fe. 

PUEDE SER UNA SONRISA 

TESTIGO DE LA VERDAD: 

ES EL ESPÍRITU BRISA 

QUE AL SOPLAR TE DA LA PAZ. 

        

        José García Velázquez Segovia, 

       31 de mayo de 2009 (Fiesta de Pentecostés)